Con el paso del tiempo, el aceite de coco se ha ido aplicando con diferentes fines, entre los cuales destacan su uso como acondicionador para el cabello, hidratante corporal, para combatir el acné, como bronceador, exfoliante, entre muchos otros, pero más recientemente, con el auge de las actividades “fitness”, comenzó a emplearse en la cocina para acompañar múltiples recetas. Sin embargo, la ingesta de este aceite no sólo es efectiva para promover la pérdida de peso, también ayuda a estimular las funciones cerebrales, de acuerdo a la Dra. Mary Newport, cuyo caso del esposo con Alzheimer mencionamos en el post anterior.
